“Chota mía, lo que te da carácter
son tus hombres eficaces como tiro de fusil
y tus mujeres ágiles con ternura de torcaz”..

Anaximandro Vega M

12/21/2010

Criterios

HOMENAJE POSTUMO EN LAS EXEQUIAS
DEL MAESTRO DON NOE MALCA DELGADO


Señoras y Señores.
Chotanos, Sanjuanistas y amigos.


Hace pocos días quienes formamos parte del colectivo chotano hemos venido reuniéndonos en torno a la devoción a nuestra querida Virgen María Patraña de Chota, con alegría y devoción , ahora volvemos a estar juntos pero, esta vez, para, en peregrinación de duelo y congoja, acompañar hasta su última morada al Maestro don Noé Malca Delgado.

Muchos de nosotros al escoger y decidirnos por nuestro lugar en la sociedad y en la vida, hemos abrazado la carrera de pedagogía y, en el ejercicio de nuestro desarrollo profesional nos hemos puesto como meta el llegar a despejar la gran ecuación que se nos presenta como un reto cuando asumimos la responsabilidad enorme y trascendente de guiar a niños y jóvenes para formarlos como ciudadanos de bien, útiles y protagonistas del proceso de transformación de la sociedad.

La referida ecuación, como todas las demás, tiene como términos: el lograr a ser Profesor, primero; luego tratar de ser Educador para, finalmente, sumando ambos factores, llegar a ser Maestro; es decir, ser el que enseña y educa a la vez, ser el que forma y transforma.

Muchos aspiramos a serlo pero muy pocos son los que lo logran. Uno de los privilegiados ha sido don Noé Malca Delgado, Maestro, a quien, luego de una centenaria, fructífera y ejemplar existencia, hoy hemos venido a rendirle nuestro póstumo homenaje de reconocimiento y de gratitud eterna.

El hombre, como persona humana, tiene dos dimensiones: Es inmanente y es trascendente; es decir, tiene valor por sí mismo y, a través de su actuar social, sus acciones y el desarrollo de sus armonías es valorizado por su entorno social.

Don Noé siempre fue fiel y consecuente consigo mismo, con sus actitudes y, sobre todo, con sus convicciones, fue inmanente y, a través de su actuar, siempre social, hoy nos hace sentir su trascendencia como hombre de bien, como amante de su pueblo, como persona fiel a su pasado y proyectado a su futuro, como ciudadano ejemplar, como amigo consecuente y leal y como referente de la digna familia que formó.

Tuve el privilegio de conocer a don Noé cuando, siendo niño, por designios del destino, llegué a ser su vecino, allá en nuestro pueblo de Chota, en la calle que lleva el nombre de uno de sus célebres ancestros don Gregorio Malca y desde que lo conocí me inspiró respeto y consideración, al mismo tiempo, que gocé de su simpatía, su cariño paternal, su consejo oportuno y edificante y finalmente su amistad personal, la amistad de su esposa la Sra. Julia que tanto me engrió y la de sus hijos, mis queridos amigos de la infancia, Noé y Héctor, con quienes hoy comparto plenamente el profundo dolor que deja su inexorable partida.

Admiré y aprendí, desde esa niñez, de su disciplina, su rectitud, su seriedad, su puntualidad, la organización de su vida dedicada íntegramente a su labor docente, su consecuencia con su convicción de ser siempre maestro rural por antonomasia y excelencia y su amor al hombre campesino en su querida Cabracancha y su amada Santa Rosa que, seguramente hoy, lloran con nosotros la partida del hombre que lo dio todo por ellos.

Hace unos meses cuando, conversando con los integrantes de mi promoción sanjuanista que se apresta a celebrar sus "Bodas de Oro", pregunté por el nombre de los maestros que más habían influido en su vida durante la etapa en que aun no habían ingresado a San Juan, me fue particularmente grata la respuesta emocionada del Coronel Teódulo Cayotopa Livaque que con mucha pleitesía exclamó: Don Noé Malca, en mi escuela de Cabracancha.

Asimismo, admiré y aprendí de su cariño por nuestro pueblo y sus instituciones, ya que, a pesar de su larga jornada de maestro rural que iba y venía diariamente de la campiña, se daba tiempo para desarrollar con toda dedicación, responsabilidad y cariño sus funciones de dirigente en la Sociedad Obrera y de Auxilios Mutuos, en el Club "Unión" o en la Asociación de Maestros Primarios de Chota, actividades que eran tareas comunes y que desarrollaba hombro a hombro con mi padre don Abel con el cual mantenía una gran y permanente amistad desde sus días de colegio ya que ambos formaron parte de la promoción sanjuanista 1933 del Glorioso y Sesquicentenario San Juan.

Como ciudadano he compartido con don Noé muchas jornadas cotidianas, sociales, educativas y amicales, siempre lo sentí como uno de mis grandes maestros en la vida y, me sentí muy orgulloso cuando, con ocasión del I Centenario de nuestro colegio San Juan, en mi condición de Presidente de mi Promoción participé del reconocimiento que el Ministro de Educación de entonces don Alfonso Villanueva Pinillos le otorgó, por su labor educativa y social, la condecoración de la Palmas Magisteriales del Perú.

Hace unos años, siendo Presidente de la Asociación de Ex Alumnos Sanjuanistas de Lima, tuve el honor de colocar en sus manos los Laureles Sanjuanistas, recitándole antes el contenido del texto que acompaña a los mismos, texto que ahora repito con emoción y cariño.


SANJUANISTA NOÉ MALCA DELGADO

"El ideal hizo braza en tu alma,
hiciste del deber tu lema sagrado,
con la frente erguida has seguido
el camino regado de sol.
el justo prestigio de San Juan y de Chota
has predicado por doquier
con el ejemplo de tu vida.
por esos méritos propios hoy estamos aquí
para expresarte nuestra eterna gratitud”.
¡Maestro!... ¡Descansa en paz!




Lima, 14 de Diciembre 2010.

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