UNA RELIQUIA DOCUMENTAL
Carlos Alberto Vigil Vásquez
En mi último Apunte di a conocer la versión oficial sobre el Incendio de Chota a manos de los chilenos (Amor y Llaga Nº 259). Es interesante saber que, además de nuestra villa, cinco estancias fueron incendiadas. Ellas fueron Yuracyacu, Iraca, Cabracancha, Colpa y Cuyumalca.
El 26 de septiembre de 1882, por encargo del Jefe Político y Militar del Norte, se procedió a formar el nuevo Concejo “con motivo del abandono punible que el anterior hizo de sus deberes cuando la invasión chilena en los días 29 y 30 de agosto”. Resultó elegido Alcalde don Manuel Antonio Sánchez y, durante su enfermedad y posterior renuncia para actuar como Delegado del Gobierno, presidió el Concejo el Teniente Alcalde don Cirilo Vera quien, dos días más tarde, elevó su Informe sobre los hechos mencionados. Es igualmente importante conocer las tres causas que motivaron el incendio y, entre ellas, don Cirilo no menciona para nada la tan difundida venganza de los chilenos por la derrota sufrida en la batalla de San Pablo.
Por fortuna, entre las reliquias del Archivo Histórico Municipal, hemos hallado un Oficio de puño y letra del General Miguel Iglesias dando respuesta al que le remitiera el Alcalde de Chota, don Diego Villacorta, felicitándole por el triunfo en las laderas de San Pablo. En este documento queda patentado el aporte de los chotanos al triunfo de las armas peruanas, orgullo que, hasta ahora, nos era dado sólo por la tradición oral de nuestros mayores. En este Oficio, fechado en Cajamarca a julio 21 de 1882, el Jefe Superior Político y Militar de los Departamentos del Norte manifiesta: “Como dice US muy bien, el éxito adquirido es brillante, porque él está llamado a producir gran eco en la República, despertando el patriotismo de los pueblos.- Pero, si en él me toca alguna par te de gloria por haber sido el General en Jefe de ese bizarro ejército, al H. Ayuntamiento de esa Provincia, lo mismo que al pueblo de Chota, le toca también muy grande, porque el feliz término de esa jornada, se debe en mucho a los esfuerzos de sus valerosos hijos, que no dudo que me ayudarán con el ardor patriótico de siempre á concluir la obra comenzada.”
Dios guarde á US.-
Carlos Alberto Vigil Vásquez
En mi último Apunte di a conocer la versión oficial sobre el Incendio de Chota a manos de los chilenos (Amor y Llaga Nº 259). Es interesante saber que, además de nuestra villa, cinco estancias fueron incendiadas. Ellas fueron Yuracyacu, Iraca, Cabracancha, Colpa y Cuyumalca.
El 26 de septiembre de 1882, por encargo del Jefe Político y Militar del Norte, se procedió a formar el nuevo Concejo “con motivo del abandono punible que el anterior hizo de sus deberes cuando la invasión chilena en los días 29 y 30 de agosto”. Resultó elegido Alcalde don Manuel Antonio Sánchez y, durante su enfermedad y posterior renuncia para actuar como Delegado del Gobierno, presidió el Concejo el Teniente Alcalde don Cirilo Vera quien, dos días más tarde, elevó su Informe sobre los hechos mencionados. Es igualmente importante conocer las tres causas que motivaron el incendio y, entre ellas, don Cirilo no menciona para nada la tan difundida venganza de los chilenos por la derrota sufrida en la batalla de San Pablo.
Por fortuna, entre las reliquias del Archivo Histórico Municipal, hemos hallado un Oficio de puño y letra del General Miguel Iglesias dando respuesta al que le remitiera el Alcalde de Chota, don Diego Villacorta, felicitándole por el triunfo en las laderas de San Pablo. En este documento queda patentado el aporte de los chotanos al triunfo de las armas peruanas, orgullo que, hasta ahora, nos era dado sólo por la tradición oral de nuestros mayores. En este Oficio, fechado en Cajamarca a julio 21 de 1882, el Jefe Superior Político y Militar de los Departamentos del Norte manifiesta: “Como dice US muy bien, el éxito adquirido es brillante, porque él está llamado a producir gran eco en la República, despertando el patriotismo de los pueblos.- Pero, si en él me toca alguna par te de gloria por haber sido el General en Jefe de ese bizarro ejército, al H. Ayuntamiento de esa Provincia, lo mismo que al pueblo de Chota, le toca también muy grande, porque el feliz término de esa jornada, se debe en mucho a los esfuerzos de sus valerosos hijos, que no dudo que me ayudarán con el ardor patriótico de siempre á concluir la obra comenzada.”
Dios guarde á US.-
Miguel Iglesias
(Archivo Histórico Municipal; Inventario Documental, Año 1882, Legajo 16-144).
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