VOCES
¿SE PREOCUPAN LOS GOBIERNOS POR LA EDUCACIÓN?
Arnaldo Guevara Vidarte
¿SE PREOCUPAN LOS GOBIERNOS POR LA EDUCACIÓN?
Arnaldo Guevara Vidarte
No cabe duda que, para los diferentes gobiernos, la educación no es tema que les preocupa mucho como medio para alcanzar el verdadero progreso o desarrollo social. En cambio, si les angustia por el nivel de conciencia que, a través de ésta, pueda adquirir nuestra sociedad para incrementar sus conocimientos, reclamar justicia, defender derechos, proponer, discutir; así como vivir con res-peto y dignidad. Por eso, cuando se ha debatido y propuesto políticas al respecto, los gobernantes en forma mediatizada y negativa han postergado la educación, llevándola a la crisis. Crisis que, naturalmente, no afecta a los pequeños grupos que ostentan el poder; pero sí a la gran mayo-ría de peruanos. A ese sector de ciudadanos que deben proponer y decidir para hacer de éste, un país más digno y justo.
En este sentido, los gobiernos no asumen su verdadero rol educativo; por el contrario, responsabilizan de esta crisis al magisterio. No dialogan sino imponen. No valoran la labor del maestro sino la menosprecian. No democratizan la educación sino la elitizan. No reconocen los justos reclamos magisteriales sino los rechazan. Es decir, siempre hay evasión para enfrentar el problema. Siempre se comentan los bajos resultados y no se buscan alternativas para superarlos. En otras palabras, solo se habla, habla y las promesas no se cumplen. Por esto, se sigue teniendo un mínimo presupuesto, equivalente al 3% del PBI, el más bajo de América. Y no hay continuidad en un proyecto educativo nacional, porque cada gobierno hace lo suyo.
No obstante, si se apuesta por el cambio, el progreso y la convivencia con dignidad y respeto, únicamente queda invertir en educación. Queda revalorar la labor y función social del maestro. Evaluar su desempeño laboral para corregir su actividad académica y ascenderlo. Capacitarlo constantemente a fin de que brinde una educación de calidad. Remunerarlo en forma justa por su alta misión social que cumple. Proponer y aprobar una Ley de Carrera Pública Magisterial concertada, financiada; pero no impuesta. Considerar méritos, idoneidad, honestidad, no favores ni tarjetazos para optar cargos de responsabilidad, como lo vemos en todo sitio. En fin, controlar e impedir la emisión de mensajes negativos de algunos medios de comunicación e Internet, los cuales no instruyen ni educan, sino alienan, manipulan y disminuyen la capacidad de concentración en niños, jóvenes y adultos.
Sin embargo, no sólo hay que pedir, porque la educación es tarea de todos. Es tarea de los maestros y padres de familia, quienes deben asumirla con responsabilidad. Es función de las autoridades, que con el ejemplo, honradez y respeto, deben ser paradigmas de la sociedad. Es práctica, es labor de la comunidad para alcanzar la justicia, democracia y desarrollo. En consecuencia, cualquier gobierno y en especial el actual, deben tomarla con decisión, iniciativa y voluntad.
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