ESCRITOR LICUPISANO
TRIUNFA EN LAMBAYEQUE
Wellinton Montalvo Salazar
En el escenario de cada pueblo y en esta compleja sociedad, ejerciendo la vida literaria, arte que emplea como instrumento la palabra, encontramos o descubrimos valores que por sus cualidades y amplia trayectoria en la poesía, narrativa, etc. Enaltecen, cada vez, más la lista de poetas y escritores chotanos. Así, es muy justo reconocer el trabajo literario, tal vez silencioso, que viene haciendo nuestro paisano chotano Mario Gastelo Mundaca, quien nació en el distrito de San Juan de Licupís, provincia de Chota, departamento de Caja-marca, en 1944 y residente en Chiclayo.
Estudió, casi toda la Primaria en la Escuela de su pueblo, la Secundaria en el C.N." San José " de Chiclayo, la Universidad Nacional "Pedro Ruiz Gallo" le otorgó el título de Profesor de Filosofía y Ciencias Sociales, la Universidad Nacional "Federico Villarreal" el de Abogado.
Prestó sus servicios docentes en el Nivel de Educación Secundaria. Trabajó de Especialista en el Ministerio de Educación, Primera Región y fue Director del C.N."Cristo Rey" de José Leonardo Ortiz, Chiclayo. Hoy, con independencia, ejerce la abogacía.
Se inició escribiendo poemas, luego fue seducido por la prosa poética, hasta llegar a la novelística, don de ha conseguido justiciero sitial lambayecano.
Forma parte esencial de narradores lambayecanos, entre sus trabajos en prosa poética: “Yendo al canto del gallo”. “Bajaron al valle” “Nubes en el viento”. En estas habría que leerse con método y paciencia; habida cuenta que casi todas sus páginas son congiariamente poéticas y, entonces campea la síntesis.
Ahora, ha logrado entrar de lleno a la narrativa de largo aliento, con dos novelas que lo han ubicado con firmeza y justicia: “Lejanías Opuestas” y la reciente “Sombras y Claridades”.
En la primera novela expone madurez de lenguaje y un extraño conocimiento del alma de los personajes. En la última, hay un trasfondo de re-flexión que le da estatura y cuerpo a tan buena y bella novela.
Ahora, el misterio técnico se escuda detrás de un personaje: don Marleo Florente, pero manteniendo la primera persona. Pero, los congilones del poeta se van estampando en cada línea, en cada página, en don-de parecieran descolgarse felices las metáforas, y ese cancionero inconfundible del lenguaje poético, pero... sin deshacerse del viejo reloj de la exactitud y el análisis que deben estar presentes en toda novela bien nacida.
TRIUNFA EN LAMBAYEQUE
Wellinton Montalvo Salazar
En el escenario de cada pueblo y en esta compleja sociedad, ejerciendo la vida literaria, arte que emplea como instrumento la palabra, encontramos o descubrimos valores que por sus cualidades y amplia trayectoria en la poesía, narrativa, etc. Enaltecen, cada vez, más la lista de poetas y escritores chotanos. Así, es muy justo reconocer el trabajo literario, tal vez silencioso, que viene haciendo nuestro paisano chotano Mario Gastelo Mundaca, quien nació en el distrito de San Juan de Licupís, provincia de Chota, departamento de Caja-marca, en 1944 y residente en Chiclayo.
Estudió, casi toda la Primaria en la Escuela de su pueblo, la Secundaria en el C.N." San José " de Chiclayo, la Universidad Nacional "Pedro Ruiz Gallo" le otorgó el título de Profesor de Filosofía y Ciencias Sociales, la Universidad Nacional "Federico Villarreal" el de Abogado.
Prestó sus servicios docentes en el Nivel de Educación Secundaria. Trabajó de Especialista en el Ministerio de Educación, Primera Región y fue Director del C.N."Cristo Rey" de José Leonardo Ortiz, Chiclayo. Hoy, con independencia, ejerce la abogacía.
Se inició escribiendo poemas, luego fue seducido por la prosa poética, hasta llegar a la novelística, don de ha conseguido justiciero sitial lambayecano.
Forma parte esencial de narradores lambayecanos, entre sus trabajos en prosa poética: “Yendo al canto del gallo”. “Bajaron al valle” “Nubes en el viento”. En estas habría que leerse con método y paciencia; habida cuenta que casi todas sus páginas son congiariamente poéticas y, entonces campea la síntesis.
Ahora, ha logrado entrar de lleno a la narrativa de largo aliento, con dos novelas que lo han ubicado con firmeza y justicia: “Lejanías Opuestas” y la reciente “Sombras y Claridades”.
En la primera novela expone madurez de lenguaje y un extraño conocimiento del alma de los personajes. En la última, hay un trasfondo de re-flexión que le da estatura y cuerpo a tan buena y bella novela.
Ahora, el misterio técnico se escuda detrás de un personaje: don Marleo Florente, pero manteniendo la primera persona. Pero, los congilones del poeta se van estampando en cada línea, en cada página, en don-de parecieran descolgarse felices las metáforas, y ese cancionero inconfundible del lenguaje poético, pero... sin deshacerse del viejo reloj de la exactitud y el análisis que deben estar presentes en toda novela bien nacida.
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