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VOLUNTAD POLÍTICA O POLITIQUERA

Fernando Vera Vásquez

Esta expresión, voluntad política, se ha convertido en una frase de cliché en el ambiente político que, desafortunadamente, ha perdido su verdadero significado. El uso y abuso que de ella hacen los líderes y autoridades de gobierno, la han reducido a una frase más, tan sólo para llenar un vacío o hacer creer las “buenas” intenciones que subyacerían cada vez que inauguran eventos y obras, ofrecen entrevistas o formulan declaraciones públicas.

Escuchamos con frecuencia: “tenemos la voluntad política…pero”, “el gobierno no tiene voluntad política”, “hay o falta voluntad política…”, en fin, muchas maneras de expresar que se quiere hacer o cumplir un compromiso, ejecutar un proyecto o llevar cabo una decisión de gobierno o de encarar seriamente un problema, pero...

Es preciso aclarar el concepto de voluntad política, ahora que se ha anunciado, por ejemplo, el asfaltado de la carretera Chota Cutervo (tantos anuncios que parece el cuento del pastor mentiroso). Y enfatizarlo, también ahora, que ha tenido lugar un encuentro importante de alcaldes de Chota, Cutervo, Hualgayoc y Santa Cruz, el Consejo Regional, autoridades y funcionarios locales y subregionales.

Si no hay voluntad política, en su verdadera magnitud, es decir como manifestación concreta de una decisión para llevar a cabo o ejecutar un proyecto, plan o programa de gobierno, cumplir una obligación, compromiso u promesa, no será sino una expresión canallesca de oportunismo y demagogia.

Hay pues que diferenciar entre una verdadera voluntad política que se concrete en decisiones y hechos, de aquella voluntad politiquera, tan conocida en nuestro ámbito. Las autoridades tienen la oportunidad de demostrar lo contrario.