ACUNTA

EL BREVE NARRAR

EN LA ALDEA

Gilberto Núñez Díaz

Enfurecido el granjero. Aprovechó el descuido del perro que estaba haciendo la pish, y le atacó salvajemente por las espaldas. Fue tanto su descontrol que hasta le adelantó un mordiscón en las fauces y a trompadas les dejó sangrantes los colmillos. Entonces se levantó un vergonzoso escándalo en el redil. El caballo relinchó. Hostigó la vaca con su muúú. El perro ladró atolondrado. Pero también no faltaron los de la otra orilla. El puerco se hizo “la coche”. El pavo comodín, para el disimulo, simplemente colgó su moco al otro lado. El panadero, inquilino de esos terrenos, no dijo ni pan. La sirenita del pozo, que sólo se despierta cuando hay bulla, gritó:

- ¡Perro desleal! ¡Mordiste la mano de quien te dio de comer!

- ¡Ya, silencio! ¡No pasó nada!- levantó la voz el granjero.
- ¡Pero granjero, por qué pierdes los sesos! Más control y autodominio -le dijo el burro. Es tú culpa que en tu redil tengas animales mal domados. Pero ello no implica que hagas carnicería con cualquier cerril que no reconozca que tú eres el granjero. Ni yo pisaría el palito.

INTENTO

Rony Vásquez Guevara

Ya despierto, sentado en el escritorio empiezo la aventura de escribir un nuevo cuento. Un cuento. Necesito una historia. Empezaré escribiendo lo que sucede: así nacerá la historia.

Sigo escribiendo. Palabras y más palabras se enlazan sin el menor sentido. Un cigarrillo. ¡Pronto! No, mejor no. Roxana aún está dormida. Una historia. Una historia.

Continúo golpeando el lápiz contra el escritorio.

Roxana ha despertado. Siento su presencia cerca. Coge este papel.

– ¿Cómo se llama este cuento? –Dice.

REVERSOS

AL RONDERO

Luis Enrique Muñoz Loayza

En Cuyumalca te procrearon,
a mi pueblo le perteneces;
amigo rondero chotano
eres patrono de todo bien.

¡Oh! Rondero fuerte y justo
contigo no más abigeato;
eres espía del mal fulano
y orgullo de buen peruano.
Contigo el pueblo florece,
contigo siempre tranquilidad;
contigo se respira justicia,
contigo se vive honestidad.

Ve siempre cauto y prudente
en busca de toda la verdad,
no busques honores impaciente
sé enérgico en pos de tu afán.
Tú eres modelo de héroes,
y vives sin tanto alardear;
eres grande, no para aplausos,
los grandes viven para dar.

Aunque ellos domarte quisieran,
hacerte parte de su mediocridad;
lo justo llevas de tu estandarte
no eres bajeza de tanta falsedad.
La defensa del pobre y del débil
acogiste como única misión.
Olvida al que quiera adoptarte,
eres del pueblo, no del aprovechau.