LA CORRUPCIÓN SEGÚN BASADRE
Wellinton Montalvo Salazar
El Estado peruano independiente continuó siendo patrimonialista como el antiguo imperio español. Esto significa que el Estado es regido a través de dones del gobernante y no por leyes válidas para todos. Aunque se mantenga la ficción de la existencia de leyes, porque en la práctica las reglas valen sólo para los comunes, mientras que los privilegiados reciben sustanciosas ventajas. De ahí el dicho: "para mis amigos todo, para mis enemigos la ley".
Entre los Estados patrimonialistas existirían tipos y el peruano correspondería a una categoría denominada sultanismo, precisamente por parecerse más al estilo de gobierno del sultán otomano, antes que a los reinos occidentales. En este caso, el tema es el despotismo. El sultán dispone de la vida y hacienda de sus súbditos. No existen derechos individuales, sino que impera la voluntad arbitraria del mandón.
Basadre, para interpretar al país su conclusión es sencilla. Dado que se trata de un Estado patrimonialista del tipo sultanismo, la corrupción necesariamente debe ser elevada, porque el sentido último de la acción pública es beneficiar al grupo que sostiene al gobierno.
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