PROTESTA
Javier Lerena Castillo
Ayer conmemoraban su aniversario, pero él lo había olvidado. Ella llamó entonces por celular a su oficina. Hoy, amor mío, pídeme lo que quieras, le dijo Cristina, que te será concedido.
Ocupado como estaba en su trabajo, Esteban contestaba como autómata: Haz que deje de llover, le pidió él para salirse del paso. Aunque por el desabastecimiento del líquido elemento en la ciudad, con el agua de la lluvia se podría asear los servicios higiénicos ya irresistibles. Esto le hizo recordar que adeudaban varios meses el pago por el servicio de agua potable y que la población reclama no pagar como una forma de protesta.
Cuando ella colgó el fono, se propuso cumplir lo prometido. Se alzó las polleras y mostró el rotundo traste blanco, desde su azotea, por el lapso de tres minutos. No le importó que algún curioso pudiera fotografiarla, porque todo lo que se hace por amor, exime de la vergüenza o el arrepentimiento.
La creencia dice que cuando se desea que cese de llover, hay que hacer lo que Cristina ha hecho con mucha unción. ¡Para el amor no existen imposibles! Increíblemente ayer dejó de llover en Chota y nadie sabía por qué.
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