Editorial

Semanario Chotano de Opinión

“AMOR Y LLAGA”

Año XIII - N° 412– Mayo 08 de 2011

Editores

Fernando Vera Vásquez

José López Coronado

Carlos Campos Vásquez

Asesor Legal:

Dr. Andy Willam Guevara Acuña

Redacción y Publicidad:

Oxmar López Irigoín

José López Irigoín

Editorial:

CITANDO AL NOBEL DE LITERATURA

En el contexto mundial, lo que diga un Premio Nobel de Literatura siempre dará que hablar. Mucho más importará si es peruano y, todavía más, si se refiere a nuestro país. Mario Vargas Llosa respecto a la elección del nuevo presidente en segunda vuelta ha dicho que “elegir presidenta del Perú a Keiko Fujimori sería la más grave equivocación que podría cometer el pueblo peruano”.

Y no porque esté “hablando por la herida”, como ha dicho insolente la hija del japonés, ahora candidata, sino porque Alberto Fujimori, su padre, fue un gobernante corrupto y corruptor. Así lo explica el nobel peruano: “Equivaldría a legitimar la peor dictadura que hemos padecido a lo largo de nuestra historia republicana [ya que] fue un gobernante asesino y ladrón, tal como estableció el tribunal que, en un proceso modélico, lo condenó a 25 años de cárcel” [sino que también fue] “un traidor a la legalidad constitucional que le permitió acceder al poder en unos comicios legítimos, dando el golpe de Estado que acabó con la democracia en el Perú el 5 de abril de 1992”. Hecho que cualquier peruano digno, patriota y progresista jamás olvida ni permitirá que se haga realidad, porque elegir a la hija del asesino y ladrón, asesorado por el tristemente célebre Vladimiro Montesinos, sería como hacerse el haraquiri.

Opiniones que, hoy más que nunca, hay que tenerlas en cuenta, porque Keiko Fujimori está rodeada de los mismos personajes macabros que perpetraron la dictadura fujimontesinista. Volveríamos a la peor corrupción que haya gobernado nuestro país. Y no nos queda sino apostar por el mal menor, ya que –como dice el lúcido caricaturista peruano Carlín– de Ollanta se duda o sospecha, en cambio del clan Fujimori, que representa Keiko, se tiene evidencias y horrorosos recuerdos.

Se trata de dignidad. Lo que la derecha amontonada en torno a la Fujimori la ha perdido sin vergüenza alguna. A los peruanos le queda sino votar con dignidad.