LA PALABRA QUE NUNCA MUERE, EDICTO DE OSCAR CASTILLO BANDA
José López Coronado
Lo conocí el domingo 13 de mayo, en la plaza de armas de Chota, antes del desfile de los alumnos y docentes del Colegio San Juan. Es de Puña, comunidad tacabambina que se ubica antes de llegar al poblado de Anguía. Escritor y poeta aún desconocido acaso para muchos chotanos, Oscar Castillo Banda es conocido entre la intelectualidad de Lima, donde es miembro activo de la Sociedad de Poetas y Narradores de la Región Lima, cuyo gobierno regional le ha publicado su libro de poemas La palabra que nunca muere(2011), por haber ganado el I Concurso Regional de Autores Literarios Inéditos.
Ausente diecinueve años de nuestro terruño, Oscar Castillo Banda es docente, se ha desempeñado como Especialista de Comunicación en el Área de Gestión Pedagógica de la UGEL de Huaura y actualmente trabaja en Paccho, distrito de la provincia de Huaura, Lima. Tiene publicados dos libros de poesía, el mencionado antes y Cantos de América para el mundo. Su producción inédita suma, además, en poesía cuatro libros de poesía: Tierra viva y de olvido, Mi palabra y la vida, Canto sin color ni razay Restos escogidos, la novela Yerba silvestre y el libro de cuentos La reina y el alfil de Albert.
Libre de palabra y estilo, el poeta se declara en el seno del pueblo: “Yo creo que en cada maestro/ hay un alma pedagógica,/ que ríe, que corre, que juega y lee/ en el portal de la escuela/ aprendiendo con la A… a descubrir el mundo/ y con la Z a cerrar el deber cumplido/”. Y como los grandes poetas sabe descubrirle el secreto de la poesía: “Esta cónclave es la secreta revelación/ de naturaleza humana/ secretos que desnudan/ todo lo que es cotidiano…/”. Porque su concepción del mundo es dialéctica como la vida misma: “Aprendiendo a comprender lo inexplicable/ que nada es eterno/, que no todo es alegría/ ni tampoco es llanto/ que no todo es dulce,/ ni tampoco salado,/ hay algo de insípido/ también de margo/ hay algo de bondad/ y también de quebranto/”.
La constante de su temática poética es la labor docente, por tanto sus protagonistas son los maestros, los niños y jóvenes de nuestra patria. Aún así su mensaje no solo se circunscribe a las aulas, sino que trasciende hasta la sociedad, ya que el poeta está preocupado y comprometido con las causas sociales que aspiran justicia social, paz y bienestar para sus semejantes. Pero también están el asombro por la vida con sus pálpitos idílicos, las meditaciones existenciales, y la utopía de un mundo mejor.
La palabra que nunca muere, expresa Oscar Castillo Banda, no es verso, no es poesía, es un edicto suelto. Mandato poético que contiene ahora 48 poemas, y que trae consigo un compromiso de parte a lo largo de toda su obra. Compromiso la de los poetas que no es otro que perpetuar la vida.
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