MADRE
Javier Lerena Castillo
Tu bondad
cielo donde sólo soy lucero
que se apaga
enmudece a cualquiera.
No sólo un día
es tuya
toda mi vida.
Inmortal.
Pues tu existencia me hace vivir
allende de mis hijos.
Porque tu amor es fruta infinita
que por dulce cae
a este corazón
que sigue siendo
el niño que fui.
Sé que donde me encuentre
tu nombre florece mi silencio
y este no es un poema para recitarte
en tu domingo
sino una rosa diaria
para expresarme
siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si no cuentas con ninguna de las cuentas mostradas, marca anónimo, realiza tu comentario y al final escribe tu nombre.