LA MALA HERENCIA LINGÜÍSTICA
Julio Linares Cevallos
El jueves último, mientras un viejo amigo y yo escuchábamos el noticiario de una emisora radial, volvimos a escuchar el barbarismo: “Tener que…”, y al instante mi amigo en referencia dijo: “Esa es la mala herencia hablada de Shego Ticlla”. Cierto, quien lo empezó a usar en los medios de comunicación masiva, cuando era entrevistado, fue el ex alcalde Segundo Ticlla.
La observación de mal uso de esta bárbara frase, ya la hizo oportunamente nuestro amigo Fernando Vera Vásquez en este semanario. Pero como ahora ya la utilizan hasta personas aparentemente “aculturadas” (autoridades, líderes políticos y populares y hasta docentes), volvemos al asunto. Este barbarismo se utiliza como refuerzo verbal, absolutamente innecesario, en casos como éste: “Hemos convocado a una reunión para tener que acordar…”, cuando se puede decir simple, pero correctamente: “Hemos convocado a una reunión para acordar…”.
Toda persona que se precie de un buen y correcto hablar, no debe usar el repugnante “tener que”, porque ningún verbo necesita que se le anteponga este refuerzo. Es una mala herencia lingüística que demuestra incorrección, oscurantismo e incultura en el hablante. Con el propósito de erradicarlo, habrá que observarlo a toda aquella persona que la comete, hasta que deje, por fin, de usarlo.
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